OBJETIVOS
Contexto
En los años 60, varios gobiernos se comprometieron a luchar contra el dopaje tras un coloquio en el que se definió el "dopaje" como "el uso de sustancias o medios para aumentar artificialmente el rendimiento de cara a o durante la competición y que pueda perjudicar la ética deportiva y la integridad física y mental del deportista ". Las primeras legislaciones nacionales datan de 1965.
En 1989, un Convenio Europeo impone a todos los países "sin dilación alguna una acción de persuasión sobre las federaciones para que éstas tomen acciones y dicten, si es que lo han hecho ya, regulaciones con el objetivo de condenar el hecho de utilizar o facilitar de cara a o durante una competición deportiva, el uso de sustancias o medios previstos en la lista adjunta ".
Debido a múltiples escándalos, a menudo relacionados con problemas de armonización (entre las entidades del movimiento deportivo, entre gobiernos, entre los organismos deportivos y gobiernos), la Agencia Mundial Antidopaje fue creada en 1999 bajo la forma de una fundación de derecho privado suizo, dirigida y financiada al 50% por el movimiento deportivo y al 50% por los Estados.
El primer Código Mundial Antidopaje fue redactado en 2003 y para darle fuerza jurídica a nivel internacional, los Estados, bajo los auspicios de la UNESCO desarrollaron una Convención internacional contra el dopaje en el deporte. Hasta la fecha, 185 países la han ratificado.
Esta presentación institucional abre una serie de preguntas. ¿Cuáles son las actividades de la "comunidad antidopaje"? En nombre de qué principios trabajan los actores? ¿Cuáles son las dificultades? ¿Cómo es que persisten las prácticas de dopaje? ¿Cuáles son los límites de las políticas antidopaje y cómo mejorarlos?
En este dossier, marcado por las críticas, los científicos son movilizados a menudo para desarrollar métodos de detección de moléculas, para analizar los determinantes psicológicos de las prácticas dopantes, pero no tanto para comprender las dimensiones sociales del dopaje y de la lucha antidopaje. Los estudios son pocos y dispersos a menudo. Los actores de la lucha antidopaje rara vez convocan las ciencias sociales que tienen sin embargo mucho que decir y que explicar sobre estos fenómenos.
La Cátedra
Esta Cátedra nace de muchas de estas preocupaciones.
Nos parece importante tomar como objeto tanto el dopaje como la lucha antidopaje en su dimensión social. Los sociólogos, antropólogos, historiadores, juristas y politólogos pueden investigar sobre las prácticas dopantes, identificar los valores y los principios (que pueden ser contradictorios, cuando, por ejemplo, se exige ir cada vez más lejos al tiempo que se fijan límites) y sobre todo estudiar las realidades de la implementación de los dispositivos de lucha contra el dopaje.
Las ciencias sociales pueden ayudar a los actores de la lucha contra el dopaje en su acción, ya sea para examinar las dificultades de la prevención, para estudiar el proceso de armonización o para evaluar las políticas públicas.
Más allá de las cuestiones relacionadas con las prácticas dopantes, figura un desafío teórico que consiste en entender cómo se pueden articular un enfoque global de un problema de salud y un enfoque local que tome en cuenta las condiciones y limitaciones locales. Esta tensión entre lo local y lo global es uno de los intereses de este programa de investigación, que por un lado pretende llevar a cabo investigaciones sobre la realidad del terreno y en diferentes países, a través de una red de laboratorios universitarios que la Cátedra permitirá crear, y por otro lado un análisis riguroso basado en material empírico, compuesto de documentación y estudios en ciencias sociales para dar cuenta de la diversidad de las culturas y de las prácticas relacionadas con las mismas.
Concretamente...
Nuestro grupo de investigación y sus colaboradores universitarios de varios países podrán, a través de esta Cátedra, desarrollar el conocimiento acerca de las prácticas dopantes y analizar las políticas antidopaje mediante la estructuración de una "comunidad epistémica" que trabajará sobre estos temas. Para ello es necesario:
En los años 60, varios gobiernos se comprometieron a luchar contra el dopaje tras un coloquio en el que se definió el "dopaje" como "el uso de sustancias o medios para aumentar artificialmente el rendimiento de cara a o durante la competición y que pueda perjudicar la ética deportiva y la integridad física y mental del deportista ". Las primeras legislaciones nacionales datan de 1965.
En 1989, un Convenio Europeo impone a todos los países "sin dilación alguna una acción de persuasión sobre las federaciones para que éstas tomen acciones y dicten, si es que lo han hecho ya, regulaciones con el objetivo de condenar el hecho de utilizar o facilitar de cara a o durante una competición deportiva, el uso de sustancias o medios previstos en la lista adjunta ".
Debido a múltiples escándalos, a menudo relacionados con problemas de armonización (entre las entidades del movimiento deportivo, entre gobiernos, entre los organismos deportivos y gobiernos), la Agencia Mundial Antidopaje fue creada en 1999 bajo la forma de una fundación de derecho privado suizo, dirigida y financiada al 50% por el movimiento deportivo y al 50% por los Estados.
El primer Código Mundial Antidopaje fue redactado en 2003 y para darle fuerza jurídica a nivel internacional, los Estados, bajo los auspicios de la UNESCO desarrollaron una Convención internacional contra el dopaje en el deporte. Hasta la fecha, 185 países la han ratificado.
Esta presentación institucional abre una serie de preguntas. ¿Cuáles son las actividades de la "comunidad antidopaje"? En nombre de qué principios trabajan los actores? ¿Cuáles son las dificultades? ¿Cómo es que persisten las prácticas de dopaje? ¿Cuáles son los límites de las políticas antidopaje y cómo mejorarlos?
En este dossier, marcado por las críticas, los científicos son movilizados a menudo para desarrollar métodos de detección de moléculas, para analizar los determinantes psicológicos de las prácticas dopantes, pero no tanto para comprender las dimensiones sociales del dopaje y de la lucha antidopaje. Los estudios son pocos y dispersos a menudo. Los actores de la lucha antidopaje rara vez convocan las ciencias sociales que tienen sin embargo mucho que decir y que explicar sobre estos fenómenos.
La Cátedra
Esta Cátedra nace de muchas de estas preocupaciones.
Nos parece importante tomar como objeto tanto el dopaje como la lucha antidopaje en su dimensión social. Los sociólogos, antropólogos, historiadores, juristas y politólogos pueden investigar sobre las prácticas dopantes, identificar los valores y los principios (que pueden ser contradictorios, cuando, por ejemplo, se exige ir cada vez más lejos al tiempo que se fijan límites) y sobre todo estudiar las realidades de la implementación de los dispositivos de lucha contra el dopaje.
Las ciencias sociales pueden ayudar a los actores de la lucha contra el dopaje en su acción, ya sea para examinar las dificultades de la prevención, para estudiar el proceso de armonización o para evaluar las políticas públicas.
Más allá de las cuestiones relacionadas con las prácticas dopantes, figura un desafío teórico que consiste en entender cómo se pueden articular un enfoque global de un problema de salud y un enfoque local que tome en cuenta las condiciones y limitaciones locales. Esta tensión entre lo local y lo global es uno de los intereses de este programa de investigación, que por un lado pretende llevar a cabo investigaciones sobre la realidad del terreno y en diferentes países, a través de una red de laboratorios universitarios que la Cátedra permitirá crear, y por otro lado un análisis riguroso basado en material empírico, compuesto de documentación y estudios en ciencias sociales para dar cuenta de la diversidad de las culturas y de las prácticas relacionadas con las mismas.
Concretamente...
Nuestro grupo de investigación y sus colaboradores universitarios de varios países podrán, a través de esta Cátedra, desarrollar el conocimiento acerca de las prácticas dopantes y analizar las políticas antidopaje mediante la estructuración de una "comunidad epistémica" que trabajará sobre estos temas. Para ello es necesario:
- el desarrollo de los intercambios académicos (estudiantes, estudiantes de doctorado, investigadores)
- la organización de eventos científicos
- compartir una oferta de formación
- el intercambio de recursos documentales que conduzcan a la construcción de un observatorio internacional
Por otra parte, estamos preparados para satisfacer las necesidades de los actores de la lucha antidopaje, en particular de las autoridades gubernamentales que nos solicitaran para mejorar su conocimiento del dopaje y evaluar sus políticas. Estamos dispuestos a ayudar a la Secretaría de la UNESCO responsable del seguimiento de la Convención internacional del dopaje en el deporte, en su misión de monitoreo. Haremos todo lo posible para responder a las instituciones, a los periodistas o a los militantes antidopaje que quisieran beneficiarse de nuestra experiencia.
Mis à jour le 23 septembre 2017